miércoles, 11 de enero de 2012

¿Gilipoyas? Pues a montones, pero cada uno de las putas de ahí fuera les han convertido en lo que son. Pierdes el respeto tú ¿y te crees que yo también lo perderé? PERSONALIDAD. Que esta vida es un poco dura, que es peor que una montaña rusa. Que cuando estoy arriba tal vez tengo ganas de vomitar de tanto altibajo, que cuando siento estar casi en las nubes me pongo a llorar. Es cierto, me emociono cada vez que siento que lo conseguiré y lo tocaré. Cuando estoy a bajo siento que no existe la luz, que lo peor me sucedio a mí. Cuando estoy a bajo siento que quiero que venga alguien y me grite en toda la cara: yo por ti, M-A-T-O y lo que haga falta.
Pero no es suficiente, siempre hay te quieros falsos. Como falsas que se creen glamurosas. Siempre sentiremos decepciones, el mundo es inmenso y más inmensa es la hipocresía que lo abunda.
Pero a mis fieles amigas solo me queda decirles: yo estaré aquí, no para decirte que seas feliz, si nos para hacerte feliz. Las palabras se las lleva el viento y lo que quedan son los echos. No para echar a correr cuando necesites contarme diez veces más la primera vez que te beso y la última vez que te recito un poema, me quedaré para escucharte y para decirte que quien se larga es un pringau. Porque es lo que verdaderamente siento. Siempre que me necesiteis estaré ahí y cuando no también, porque quiero amigas que me hagan feliz a mi también, quiero irme de fiesta y llegar a la madrugada con los zapatos en la mano. Al día siguiente tener resaca y llamarlas corriendo. Las quiero a ellas y a la demás, PUERTA PERRAS.

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